Madre Luisa, ícono de la humildad — Español

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Madre Luisa, ícono de la humildad

Pascua de Madre Luisa - Artesana de la unión

Hacer memoria  de nuestra primera Superiora General es mostrar un ejemplo de amor, de humildad y de fidelidad a Dios.

 En los escritos de la Congregación encontramos esto:

“Madre Luisa era la calma, la dulzura, la paciencia, la humildad personificada. Con un celo extraordinario, una grande capacidad de trabajo, Madre Luisa buscaba siempre pasar desapercibida, atribuyendo siempre todos los méritos a sus colaborado-ras. Con inteligencia, prudencia, sabiduría y persuasión , ella trabajó para unir y desarrollar la Congregación ,  dispersándola por las otras diócesis de Francia.”

Progresivamente, por la fuerza del Espíritu Santo, nuestras hemanas se dispersaron, en misión, en el mundo, para testimoniar el Evangelio a la manera de San Francisco de Asís, siempre tratando de vivir el espíritu de Unión y Comunión   en las diversas culturas.

Como Madre Luisa, mujer de oración, de contemplación y de profunda relación fraterna, dejémonos seducir por la misma mirada de Dios que condujo a Madre Luisa.

 

Llevemos siempre en nuestros corazones esta frase singular:

« Seamos todas miembros de un mismo cuerpo que se ayudan y se animan,”
(Circ. Jun. 1854)